Letras, fotografía y periodismo
Javier Fajardo: Una enciclopedia de vivencias
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Desde muy joven me gustó escribir, incluso hasta ahora. Por allá, en los años 80’s yo era corresponsal del diario El Tiempo. Tengo guardado mis recortes de prensa que se publicaron por esa época.
Solía escribir sobre lo que acontecía aquí, en Machachi. Por eso, me decían “El agüita de Güitig”. Los temas que siempre llamaron mi atención fueron los relacionados con lo social, lo cultural, lo político y lo deportivo.
En un inicio, no logré ingresar a la Escuela de Ciencias de la Información (actual Facultad de Comunicación Social) de la Universidad Central del Ecuador para estudiar lo que me apasionaba: el Periodismo.
Esto debido a que me gradué en un colegio nocturno como Físico Matemático-Químico Biólogo y para inscribirse en la Escuela era necesario haber seguido Ciencias Sociales.
Sin embargo, en julio de 1987, pude ingresar a la Escuela de Ciencias de la Información para seguir la carrera que siempre llamó mi atención.
Éramos alrededor de 80 estudiantes que cursábamos la jornada nocturna. Recuerdo que había que estar antes de las cuatro de la tarde para alcanzar un pupitre, sino teníamos que quedarnos parados hasta las 10 de la noche.
De Machachi a Quito y viceversa
De aquí salía en unos carros de madera que pertenecían a la cooperativa Mejía. Llegaba al antiguo terminal Cumandá y me dirigía a la universidad.
Salía de clases a las 10 de la noche. Entonces, para retornar a mi casa tenía que ir hasta la Villa Flora. Ahí, a veces había el carro a las 11, 12, 1 o 2 de la mañana. El bus nos dejaba en El Obelisco y desde ahí caminaba hasta Machachi.
No era el único que llegaba a esa hora, había mujeres y trabajadores. Entonces, todos agarrados de los brazos, las mujeres en el medio y los varones a los costados, íbamos caminando hasta llegar a la ciudad.
Inicios en la fotografía
Yo aprendí la fotografía con el señor Rafael Carrillo Gangotena, quien era reportero del diario El Telégrafo. Me gustaba mucho retratar los páramos, personas y problemáticas sociales.
Esto me llevó a que el 17 de septiembre de 1987 me designaran como profesor auxiliar a tiempo parcial de la cátedra de Lenguaje Gráfico para Impresión en la Universidad Central. Gané 10 mil 600 sucres mensuales por laborar ocho horas diarias. Ahí trabajé durante 14 años, pero tuve que retirarme porque no me otorgaron el nombramiento y además fundé un colegio en El Chaupi.
Después también lo dejé porque tuve que dedicarme a mi negocio, aquí en Machachi.
De hecho, fui uno de los primeros fotógrafos de la ciudad, pero en blanco y negro.
A pesar de que mi vida ha estado llena de sacrificios, he vivido una serie de experiencias muy enriquecedoras. Desde el propio Periodismo, pasando por el deporte, la declamación e incluso llegando a la fotografía. Es así como llevo cerca de 45 años dedicado a retratar la realidad mediante la imagen.