Análisis: El acoso sexual y las teorías de género
- Daniela Cevallos
- 8 jul 2016
- 8 Min. de lectura
Uno de los problemas latentes que existe en nuestra sociedad es el acoso sexual hacia las mujeres en los transportes públicos. Para analizar esta temática se tomarán en cuenta varias campañas de concientización que buscan la igualdad de género.

El acoso sexual es una de las problemáticas sociales que aquejan principalmente a las mujeres. Pero esto no es algo que se da al azar, sino que históricamente a las mujeres se les ha dado un lugar inferior que a los hombres. Es decir, se ha implantado y naturalizado la idea machista que no solo forma parte de los hombres sin también de las propias mujeres. Ante esta preocupación, han surgido un sinnúmero de campañas para erradicar la discriminación, abuso y prácticas machistas que afectan al grupo femenino.
De esta manera, en el presente artículo pretendo analizar algunas de estas campañas utilizando ciertas teorías sociales. Principalmente, me enfocaré en lo que se refiere a las teorías de género (feministas). Pues, es importante contextualizar la naturalización del machismo en la ideología de las personas. De igual forma, es menester examinar la manera en la que nuevos grupos sociales están luchando para lograr la igual en derechos y el respeto a la mujer. Esto también se logra siguiendo algunas actitudes o posturas discursivas que lo veremos más adelante cuando abarque unos conceptos del texto de Foucault.
Pero antes, considero necesario hablar un poco sobre la preocupante situación a la que están expuestas las mujeres todos los días. Me refiero al acoso sexual en los transportes públicos de Quito.
En especial, cuando son las denominadas “horas pico” u horarios con una gran afluencia de personas; las mujeres son quienes están propensas a ser víctimas de cualquier roce o contacto genital INTENCIONAL por parte de los hombres. Por eso se crearon algunas iniciativas para lidiar con esta “incómoda” situación. Así por ejemplo, hubo una época en la que se proponía la aplicación de transporte público sólo para mujeres, pero al parecer esta idea solo quedó en un simple proyecto.

Otro ejemplo, es la creación de las cabinas “Cuéntame”, que se encuentran ubicadas en las principales paradas del sistema de transporte público. Estas son: Estación Norte del trole La Y, Estación Terminal Quitumbe, Estación Río Coca, Estación El Recreo y estación La Marín. Estas cabinas de atención a víctimas de acoso en transporte público empezaron a funcionar desde enero del 2015.

En fin, tanto el municipio de Quito como organizaciones internacionales (ONU Mujeres) han decidido crear nuevas formas de evitar la proliferación de este mal social.
Video tomado de: Canal de YouTube Quitoinforma
En este video, que forma parte de una campaña para frenar el acoso contra las mujeres, se muestran varias opiniones con respecto a este tipo de violencia que sufre el grupo femenino en la ciudad de Quito. Así por ejemplo, cuando un joven habló sobre este tema, él expresó que cuando está con sus amigos es como una forma de mostrar su masculinidad, porque al hombre se lo considera como un ser destinado a la calle que puede hacer lo que quiera. En palabras de Norma Fuller en su texto En torno a la polaridad marianismo-machismo esta situación, común en la sociedad latina, se debe a que “parece que para diversas regiones de Latinoamérica existen prácticas o formas de competencia verbal entre varones que suponen que el macho más fuerte puede penetrar, poseer sexualmente a otro como prueba de su potencia viril” (Fuller, 1995, p.253).
Ahora bien, cuando el entrevistado menciona que la situación cambia, en el momento en que está con su hermana. Pues, no le parece bien lo que los hombres hacen, solo por demostrar su virilidad: decir piropos, tocar indecorosamente a las mujeres con el pretexto de que los transportes van muy llenos, etc.; se evidencia esa idea de cuidar y proteger a las mujeres del hogar. Esto debido a que “el varón, se asocia a la calle, al espacio exterior. Él debe proteger el honor de la familia sobre la cual reclama autoridad. El hecho de pertenecer a la calle, al desorden le impide conservar la integridad moral y la continencia sexual que identifican el espacio interno. Sus características son responsabilidad y protección hacia adentro y preeminencia y virilidad hacia afuera” (Fuller, p. 243).
Pese a que muchos hombres desaprueben esas actitudes ofensivas en contra de las mujeres, el machismo se ha implantado significativamente en el imaginario sociocultural, que incluso las mujeres piensan que está en la naturaleza masculina ser morbosos. Por eso, una de las entrevistadas, señala que las mujeres deben vestirse o actuar de una forma específica para no ser víctimas de acoso, porque está en la naturaleza de los hombres ser así.
Entonces, considero que el cambio no solo debería darse en la ideología masculina sino en la de toda la sociedad.

Las mujeres a lo largo del tiempo han sido víctimas de discriminación y de acoso sexual. Esto ha generado muchas reacciones en la sociedad. Por una parte, se encuentran quienes apoyan esta forma de agresión porque es una idea naturalizada. Y, también, existen aquellos que luchan por mejorar y eliminar esta problemática social.
Video cortesía de: Canal de YouTube UN Women
En este video publicado por ONU Mujeres, el 9 de abril del 2015, se puede ver la manera en la que se está buscando cambiar y erradicar la violencia contra las mujeres en los espacios públicos quiteños.
Debe quedar claro que al hablar de violencia no solo se refiere a los golpes sino también a esas actitudes machistas que parecen no molestar a las mujeres. Sin embargo, lo hacen.

Ahora bien, una de las herramientas que se utiliza para concientizar a las personas, es lo que Foucault denomina rituales del habla. Pues, cuando el alcalde Mauricio Rodas; Moni Pizani, representante de ONU Mujeres en Ecuador; y Juan Zapata, secretario de seguridad del Municipio de Quito; dan a conocer esta lucha contra la prevención del acoso hacia las mujeres, se nota que ellos mantienen ciertas posturas y oratoria (propias de intervenciones políticas) para convencer a la ciudadanía y lograr su apoyo hacia esta iniciativa. Es decir, se evidencia cómo “el ritual define la cualificación que deben poseer los individuos que hablan (y que, en el juego de un dialogo, de la interrogación, de la recitación, deben ocupar tal posición y formular tal tipo de enunciados); define los gestos, los comportamientos, las circunstancias, y todo el conjunto de signos que deben acompañar el discurso” (Foucault, 2010, p. 24).
Sin duda, este tipo de actitudes atrae a las personas para que se unan al proyecto. Incluso, se puede decir que las posturas de estas autoridades al momento de emitir sus comentarios confieren cierta credibilidad y respeto a lo que dijeron; razón por la cual es una obligación social que sigan estos rituales.
Video de: ONU Mujeres
El acoso sexual contra las mujeres es un problema que no solo se da en Quito o en Ecuador; es un mal social presente en todo el mundo. Por eso he considerado pertinente analizar esta campaña de ONU mujeres que también se ha aplicado en nuestro país. Esta propaganda de origen chileno da a entender perfectamente la lucha feminista por alcanzar la igualdad entre todos los seres humanos.
Sin duda, en la actualidad, no solo las mujeres luchan por ser respetadas sino también los hombres se han sumado a esta campaña. Por eso, una de las herramientas importantes para tratar de crear un nexo de concientización con la sociedad machista en la que vivimos, es el uso de figuras masculinas para erradicar esa “impunidad escondida y naturalizada por muchos hombres”. Esto confirma lo que Samara de las Heras Aguilera señala en su artículo Una aproximación a las teorías feministas, ya que “todos comparten la idea de que las mujeres son oprimidas principalmente por el sistema patriarcal, así como el objetivo final de lograr su liberación y la igualdad de todas las personas, independientemente de su sexo, su clase, su raza o su orientación sexual”. (De las Heras, 2009, p.77). Además, algo que podemos ver en este recurso audiovisual es la participación de reconocidas figuras tanto en el fútbol como en la sociedad chilena, lo cual permite atraer una mayor atención del público. De igual modo, el hecho de que traten de proponer una igualdad en la cancha, hace más interesante la campaña. Pues, no por nada el fútbol es denominado como el rey de los deportes; es decir, el más conocido. Por ende, la pugna por conseguir un nuevo mundo sin distinciones, exclusiones ni violencia se hace más conocida, generando una mayor respuesta positiva por parte de varios sectores sociales.
Finalmente, una de las frases que se menciona en el video es “No a la violencia física ni psicológica contra las mujeres”. Esta premisa permite reafirmar la lucha contra el acoso sexual callejero, en donde los actores de este proyecto no solo son las mujeres sino también los hombres. Por eso, la lucha por la igualdad de los sexos y por la emancipación de las mujeres es aún una tarea pendiente y que se requieren nuevas estrategias, métodos y propuestas que, a largo plazo, transformen radicalmente las relaciones sociales y los sistemas que regulan la convivencia” (De las Heras, p.79).

Las maneras de violentar/agredir a una mujer son diversas. Todo esto debido a la naturalización del machismo en el imaginario sociocultural que acepta de buena manera todas esas prácticas morbosas a las que se exponen las mujeres cuando salen de sus casas. Pese a que vivimos en el siglo XXI, las prácticas sociales latinoamericanas se rehusan a erradicar esa ideología machista porque se ha implantado fuertemente en la ideología de las personas. En este artículo se analizó el acoso sexual en el transporte público quiteño y las diferentes campañas que buscan erradicar esta problemática social.
De acuerdo a mi criterio, no basta con realizar este tipo de campañas si no se actúa por otros frentes. Tal vez, si se mejora los sistemas de transporte público para que no lleven excesiva cantidad de pasajeros. Y, lo más importante, promover un cambio no solo de la mentalidad masculina, sino también de las propias mujeres. Pues, en muchos de los casos en los que se las ha agredido sexualmente dentro del transporte público, no han dicho nada por miedo o vergüenza a la reacción de la sociedad. O también no han hecho un gran problema porque creen que está en la naturaleza del hombre ser o comportarse así.
Finalmente, cada quien está en su derecho de elegir si apoyar o no a la erradicación de la desigualdad y violencia contra las mujeres. Pero cada vez son más personas, incluyendo a los hombres, quienes se unen a las campañas de lucha contra esta problemática social. Posiblemente, los rituales del habla y el poder del discurso han influenciado en gran medida en estos resultados.
Bibliografía
Comments