Ensayo: La ética, un ingrediente fundamental en el trabajo periodístico
- Daniela Cevallos
- 3 dic 2015
- 2 Min. de lectura
“Dime cuántas y qué tipo de fuentes tienes y te diré qué clase de periodista eres” (León, 2004, p.4)

Evidentemente, las fuentes son una parte fundamental del trabajo periodístico. No obstante, hay que tener cierta distancia con quién o quiénes nos proporcionan la información. Esto no significa que la relación con el/la entrevistado/a vaya a ser fría y alejada de lo que nos cuenta. Más bien, se trata de buscar un equilibrio entre lo que se quiere obtener (información) y la forma en la que procedemos como seres humanos (sensibilizarse ante la preocupación y/o dolor ajeno).
Por otra parte, aludiendo al libro El asesino y el periodista de Janet Malcolm, considero que el principal error que el periodista Joe McGinniss cometió fue la manera en la cual manejó el proceso para obtener la información que lo catapultaría a la fama. Es decir, el hecho de fingir una amistad con su fuente y luego traicionarla es algo que va en contra de la ética no solo periodística sino personal. Pues, no es posible que alguien quiera obtener reconocimiento a costa de otro ser humano que ingenuamente le dio su confianza. Sobre todo, cuando el “otro” queda ridiculizado o incluso tachado de “psicópata”, como en el caso McGinniss-MacDonald.
Ahora bien, Malcolm manifiesta que “todo periodista […] sabe que lo que hace es moralmente indefendible” (Malcolm, 2012, p. 23). Con esto queda claro que el trabajo periodístico siempre va a estar relacionado con actos que atenten contra la ética y la moral. Así, si un reportero engaña a sus fuentes por algún “buen motivo”, este no se encuentra ejerciendo periodismo. Es más, con este pensamiento, la escritora trata de motivar a los demás para que rechacen las malas prácticas periodísticas que todos los profesionales realizan en alguna ocasión. Además, con este duro comentario, considero que la autora trata de concienciar a los periodistas para que ejerzan su trabajo aplicando una ética al cien por ciento. Claro está, que esta idea marca controversia en el mundo periodístico, pues nadie es capaz de ser totalmente ético y moralista para cumplir lo que Malcolm señala.
Finalmente, considero que el abogado de McGinniss se contactó con periodistas por dos razones. La primera, para alertarlos de lo que significa el proceso judicial que defendió (un “atentado” contra las libertades de los periodistas). Y, la segunda para buscar “aliados” que puedan ayudar a que el reportero enjuiciado no sea fuertemente sancionado.
Referencias bibliográficas:
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