Noticia: Exposición Las cajoneras se inaugura en Quito
- Daniela Cevallos
- 15 oct 2016
- 3 Min. de lectura
Con motivo de desarrollarse la Conferencia Internacional Hábitat III, se abrirá una exposición denominada “Cajoneras de los portales, en la memoria de Quito”.

El pasado 27 de septiembre, Jorge Godoy, comunicador del Museo de la Ciudad, a través de un comunicado de prensa, publicado en la página web del museo, anunció que con motivo de desarrollarse la Conferencia Internacional Hábitat III, se abrirá una exposición denominada “Cajoneras de los portales, en la memoria de Quito”.
Este homenaje a la cultura y tradición quiteña se inauguró el pasado miércoles 05 de octubre a las 19:00. Pero, la muestra estará disponible al público, de forma gratuita, hasta marzo del 2017. Cabe mencionar que el museo ubicado entre las calles García Moreno S1-47 y Rocafuerte; mantendrá su horario de atención habitual de martes a domingo de 9:30 a 17:30.
La exposición está organizada por la Fundación Museos de la Ciudad conjuntamente con el Departamento de Antropología, Historia y Humanidades de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). El objetivo principal de la exposición es rescatar los oficios tradicionales, que configuran la identidad quiteña; y, que poco a poco se van perdiendo. Un claro ejemplo de ello, son las cajoneras. Ellas eran personas dedicadas a vender productos tradicionales en las afueras de las iglesias. Según el boletín, esta presentación trata de destacar la figura de estas mujeres encargas de dinamizar el comercio popular, durante el siglo XIX; porque “la riqueza patrimonial que conserva este oficio forma parte de la memoria de la ciudad y aún permite reencontrarnos con artículos que forman parte de un Quito que se niega a ser absorbido por la globalización”.
Para poder llevar a cabo esta exposición la FLACSO-Ecuador realizó una profunda investigación vinculada con todo lo relacionado con las cajoneras de Quito. Uno de los datos más relevante que se tiene sobre la investigación es que “la Plaza de Santo Domingo es hoy su último reducto. Donde hace treinta o cuarenta años había un portal lleno de ellas, hoy solamente quedan dos cajoneras”. Evidentemente, esto se debe que varios bazares han ido reemplazando a los típicos cajones, en donde se solían encontrar una gran variedad de productos típicos y de uso personal. Es por este motivo que la cajonera fue cambiando y adaptándose para no desaparecer.
Se sabe que las cajoneras solían tener toda clase de productos disponibles para los ciudadanos de la época; incluyendo fajas, cintas, máscaras, peines, muñecos de trapo, juguetes de madera y de metal, trompos, entre otros.
Este negocio tuvo un gran auge en los años 50 del siglo pasado. Principalmente, en los bajos del antiguo Municipio y el Palacio Arzobispal, ellas vendían sus productos a una gran cantidad de persona; convirtiéndose en un personaje representativo del comercio en Quito. Obviamente, en esa época el comercio popular tenía mayores libertades con respecto a ocupar el espacio público. Pues, ahora los vendedores ambulantes suelen tener reiterados inconvenientes con la Policía Metropolitana, más conocidos como los “municipales”.
Probablemente, debido a esta particularidad, la cajonera en su época de mayor apogeo fue convirtiéndose en la mediadora entre los productores y los compradores. Es decir un ente dinamizador del comercio popular nacido como respuesta a las necesidades cotidianas. Muchos de los productos expuestos en esos pequeños “almacenes” no eran fácilmente encontrados en otros lugares. Principalmente, indígenas y mestizos eran quienes más se beneficiaban de esto; convirtiéndose así en los principales compradores.
Este artículo forma parte de Latitud Cero, un blog manejado por estudiantes de tercer semestre de la carrera de Periodismo de la Udla,
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