LA NIÑEZ ECUATORIANA,
¿ES EL FUTURO DE LA PATRIA?
La realidad de los centros de desarrollo infantil en Quito
Un reportaje de Daniela Cevallos

SERVICIOS DE DESARROLLO INFANTIL
CENTROS PÚBLICOS O DEL BUEN VIVIR (CIBV)
Son espacios físicos comunitarios, en los que se atiende a niñas y niños de 12 a 36 meses de edad. Principalmente, a menores cuyas familias se encuentran en condiciones de pobreza y extrema pobreza. Además, si son hijos de padres que trabajan o no están en capacidad de protegerlo adecuadamente.
Según las estadísticas del Mies, hasta mayo del 2019, en Quito se registran:

Entrada de un CIBV ubicado al sur de Quito. // Foto: Daniela Cevallos
159
Centros de Desarrollo Infantil del Buen Vivir
2 CIBV emblemáticos, (parte de la promesa de la Revolución Ciudadana)
152
funcionan por convenio
5
funcionan de forma directa
Proceso para ingresar a un CIBV
Requisitos
-
Vivir en sectores vulnerables
-
Los padres deben tener escasos recursos económicos
-
El infante debe tener entre 1 y 3 años de edad
-
Los niños no deben tener ningún tipo de discapacidad

Una de las salas de un CIBV. // Foto: Daniela Cevallos
¿Cómo acceder al servicio?

-
Entregar una carpeta con la siguiente información:
- Partida de nacimiento o cédula del niño
- Certificado de vacunación del infante
- Datos generales de los padres de familia
- Dirección del lugar de trabajo de los padres
1
-
Realizar un estudio socio- económico: se determina si los solicitantes son aptos para pertenecer a los centros infantiles. En el caso de que existan cupos disponibles, el MIES incluirá al niño en el lugar deseado.
2
-
Después de recibir la notificación de ser aceptado, ya puede accerder al servicio
3
Fuente: Gobierno Autónomo Descentralizado de la provincia de Pichincha
Infraestructura
Los Centros de Desarrollo Infantil públicos presentan características similares en cuanto a la infraestructura, alimentación, costos, etc. Sin embargo, esto dependerá del tipo de centro que sea. Es decir, si se trata de un CIBV emblemático o si funciona por convenio, como es el caso de este centro ubicado al sur de Quito.
Aquí cuentan con 4 áreas destinadas al desarrollo infantil, una cocina, un comedor y un espacio verde recreacional. En cada área se atiende a un grupo de niños, de acuerdo a su edad.

CIBV ubicado al sur de Quito. // Foto: Daniela Cevallos
En la primera sala están los menores entre 12 a 18 meses de edad. Luego, hay otra habitación para los niños de 18 a 24 meses; una para los de 24 a 36 meses y finalmente, para los infantes de 36 meses. En cada sala, los menores realizan sus actividades lúdicas, toman su siesta y van al baño.




Instalaciones de un CIBV ubicado al sur de Quito. // Fotos: Daniela Cevallos
El comedor y el área verde recreacional son los únicos espacios que son compartidos por todos los menores del centro. La cocina está destinada a la persona que les provee los alimentos diarios; ya que, la alimentación de los infantes que asisten a este centro está en manos de un distribuidor.
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Instalaciones de un CIBV ubicado al sur de Quito. // Fotos: Daniela Cevallos
Costos del cuidado infantil
Las contribuciones económicas, que los padres de familia realicen, dependerán del tipo de centro. Por ejemplo, en el caso de este CIBV por convenio, los padres de familia deben aportar con $5 mensuales para cubrir los gastos de servicios básicos como luz, agua e internet, así lo afirma la encargada del centro quien prefirió mantenerse en el anonimato.
Asimismo, menciona que el Mies se encarga de dotarles de insumos para trabajar con los niños, como juguetes. Sin embargo, para ella eso no es suficiente. Por eso, trabajan con materiales reciclados.
Y, al no tener recursos para contratar a una persona que les ayude con la limpieza del establecimiento, cada docente se encarga de dejar su área limpia. O, en el caso de que algún padre de familia llegue tarde a retirar a su hijo, este deberá realizar alguna actividad social que contribuya al centro o donar algún material para trabajar con los niños. De igual forma, los padres realizan mingas comunitarias para el mantenimiento del centro.
La alimentación y la salud de los niños
Este CIBV brinda a los niños cuatro ingestas de comida diaria que se basan en un menú nutricional. Cada quince días, la coordinadora del centro lo define conjuntamente con el proveedor de los alimentos.
Asimismo, el centro lleva un control en cuanto a las calidad de sus alimentos y las porciones que debe brindarse a cada infante.

Así llevan el control del mejoramiento de la calidad de la alimentación. // Foto: Daniela Cevallos
La descripción del menú se ubica tanto en la entrada del establecimiento como en la cocina o área de nutrición. Esto, con la finalidad de que los padres de familia y las docentes conozcan cómo se alimentan a los niños.
Así llevan el control del mejoramiento de la calidad de la alimentación. // Fotos: Daniela Cevallos
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Con respecto a la atención médica, este centro recibe dos visitas anuales por parte de médicos del Ministerio de Salud Pública. Una se realiza durante el mes de abril y la otra, en octubre. El objetivo es controlar el peso y la talla de los menores, así como dotarles de vitaminas y hierro. En caso de que el infante requiera alguna atención adicional, el médico realiza evaluaciones mensuales y le brinda la medicación pertinente.
Los resultados de las valoraciones del médico se ubican en cada sala para las que las docentes lleven un control de la salud de los niños.

Así llevan el control del peso y talla de los menores. // Foto: Daniela Cevallos
Horarios de atención
Este centro funciona hace más de 15 años, incluso antes de que el Mies estuviera a cargo del desarrollo infantil. En la actualidad, los CIBV atienden de lunes a viernes, desde las 7:30 u 8:00 hasta las 16:00, dependiendo de los requerimientos del sector en donde se ubique.
Una vez que los niños llegan al establecimiento, las docentes parvularias se encargan de cumplir un cronograma, que se describe a continuación:
8:00
-
Desayuno
9:30
-
Actividad Lúdica
10:30
-
Refrigerio
11:30
-
Receso (actividad recreacional en el espacio verde)
12:00
-
Actividad de refuerzo (en las aulas)
13:00
-
Almuerzo
14:00
-
Siesta
15:00
-
Refrigerio
16:00
-
Salida
Docentes parvularias
Actualmente, este centro atiende a 36 niñas y niños de uno a tres años y ofrece consejería y estimulación prenatal a una madre gestante, como parte del proyecto Misión Ternura. Las tres docentes que se encuentran en el centro son parvularias; es decir, cuentan con títulos universitarios en Educación Inicial. Cada docente se encarga de un grupo de aproximadamente 10 menores.
¿Cómo aprende nuestra niñez?
La metodología que utilizan en este centro infantil es lúdica. En otras palabras, se trata de un aprendizaje no escolarizado que utiliza el juego como la principal herramienta de enseñanza. Cada semana se aborda una temática específica y las docentes están encargadas de ambientar cada sala con el tema que se vaya a tratar.

Así aprenden los niños. // Foto: Daniela Cevallos
Por eso, llama la atención que, durante la visita a este centro, las parvularias enseñaban las profesiones a los infantes. En cada sala había uniformes u objetos representativos de odontólogos, médicos, bomberos o policías. La mayoría fueron elaborados con materiales reciclados.

Así aprenden los niños. // Foto: Daniela Cevallos

Así aprenden los niños. // Foto: Daniela Cevallos

Así aprenden los niños. // Foto: Daniela Cevallos
Protocolo de cuidado a los niños en un CIBV
La encargada del centro infantil visitado comentó que las docentes no siguen un Protocolo de Seguridad con respecto al cuidado de los niños, pese a que existe uno establecido por el MIES. Sin embargo, añadió que el único control que realizan es con respecto a la seguridad de los juguetes. Es decir, verifican que cada uno sea acorde a la edad de los infantes.